martes, 19 de mayo de 2020

Encerrados


Permanecer encerrados en casa, se ha convertido en el día a día de los hondureños, debido a que el país enfrenta un virus pandémico que ha cobrado la vida de miles de personas en todo el mundo. Es una medida necesaria para evitar la propagación y el contagio masivo. Pero, pocos hablan de lo que involucra estar en confinamiento, el impacto que esto representa para un pueblo acostumbrado a salir de casa desde muy tempranas horas del día y regresar cuando el sol se esconde.

Un estudio llevado a cabo por investigadores de Reino Unido y recién publicado en la revista The Lance, nos dice que se “requiere que reduzcamos, en la medida de lo posible, los efectos negativos asociados con ella”. Es decir que tomemos en cuenta, el impacto psicológico y salud emocional que esta conlleva, como la depresión, el estrés agudo, la angustia, el insomnio, irritabilidad, poca concentración y deterioro de otras defensas cognitivas.

En Honduras, evidentemente la población sentirá ese mismo impacto y más si incluimos el hecho de que hay familias que viven de ingresos diarios y que hay una crisis de escases en el suministro de agua potable, así como la constante suspensión de la energía eléctrica en diferentes zonas del país, así que, el impacto será más significativo e incluso, la situación de la falta de recursos, como el agua y el poco abastecimiento de alimento influirá en la salud no solo mental, sino física de los hondureños.

Me consta, estar sintiendo los efectos de la cuarentena, el estrés me provoca alergia, la incertidumbre de la situación no produce más que angustia y como antes lo plantee la falta de agua es un punto crucial en la estabilidad de la casa, he notado mi propio deterioro en lo laboral y mi agotamiento emocional, a pesar de hacer lo recomendado como ejercitarme y tratar de distraerme en actividades artísticas y académicas.

Esto me lleva a pensar en aquellas personas que tienen un entorno intrafamiliar violento, en donde no hay posibilidades de distraerse con una actividad productiva o las personas que viven de la economía informal, con lo que recaudan a diario, o las que no tienen una casa digna para pasar el confinamiento.

No obstante, es entendible que Honduras no esperaba enfrentar esta situación, por lo que no nos preparamos física ni psicológicamente, para lo que implicaría este virus en el país. El gobierno, está implementando medidas económicas para tratar de suministrar alimentos básicos, pero ignora la parte de estabilidad emocional que una situación como esta requiere.

 En conclusión, probablemente la cuarentena se alargue, ya que La Organización Panamericana de la Salud pidió que se extendiera a 14 días más, porque la cantidad de contagiados sigue en aumento. Por ende, debemos tomar las medidas necesarias no solo para nuestro bienestar físico, sino también mental. Hemos sido un pueblo maltratado y abatido a lo largo de la historia por diferentes acontecimientos, pero a pesar de ello, somos un pueblo aguerrido, resistente, de calle y libertad.

 


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